¿Cómo saber si un entrenamiento está realmente individualizado?

Spoiler: No lo es sólo porque lleve tu nombre en la primera página.

 

¿Por qué importa tanto la individualización?

Se acaba el verano, época de bodas y seguro que si no has ido a una, has visto en algunos de tus momentos de scrolling en redes sociales alguna. Piensa en los diferentes trajes que se ven en esos eventos (en los de ellos y en los de ellas). Los hay de talla estándar o hechos a medida. Ambos visten, pero solo unos se ajustan realmente a quien los lleva, a su cuerpo, a su forma de moverse, a sus preferencias.
Con el entrenamiento pasa igual: la mayoría de las personas están usando rutinas estándar que podrían servir… pero no optimizar.

Un entrenamiento individualizado no es un documento o vídeo bonito con tu nombre y foto. Es un proceso que se adapta a ti desde el principio, te escucha y evoluciona contigo.

¿Qué hace que un entrenamiento sea de verdad individualizado?

Aquí tienes una forma fácil de identificar si lo que estás haciendo (o te están ofreciendo) es verdaderamente personalizado. Vamos paso a paso:

  1. ¿Te evaluaron antes de crear tu proceso de entrenamiento?
  2. ¿Marcaste tus objetivos o te los impusieron?
  3. ¿El proceso se adapta a tu contexto? ¿Entrenas en casa o en el gimnasio? ¿2 días o 5?
  4. ¿Se ajusta a tu biología? (Edad, lesiones, nivel real…)
  5. ¿El proceso se va ajustando según progresas?

Si alguna de estas preguntas se responde con un NO, probablemente no tengas un traje a medida, sino uno estándar que te sienta bien.

¿Qué dice la ciencia?

Según el principio de la individualización del entrenamiento, ampliamente respaldado en la literatura deportiva, cada persona responde de manera diferente al mismo estímulo físico.

Ya en un estudio clásico, publicado en el año 2005 en la revista Strength Training of Sport, Kraemer & Fleck exponían que “El principio de individualidad se basa en el hecho de que las personas responden distinta a los programas de entrenamiento debido a factores como la genética, edad, sexo, nivel de condición física, estado hormonal, entre otros”.

Otro estudio publicado en la prestigiosa revista Journal of Strength and Conditioning Research, también demostró que los entrenamientos adaptados a partir de pruebas de rendimiento individual lograban mejores resultados en fuerza y composición corporal frente a entrenamientos estandarizados (Kiely, 2012).

Como vemos, este concepto no es nuevo, aunque en muchos momentos parezca olvidado en el sector.

Señales de que te están dando un «entrenamiento enlatado»

  • Es igual al de tu amigo, primo o influencer que también lo contrató (no mover el mismo peso no significa que no sea el mismo entrenamiento).
  • No te hicieron una entrevista ni test físico previo.
  • No hay seguimiento. Nadie te pregunta cómo te sentiste.
  • La rutina no cambia aunque tú cambies.
  • Sientes que te adaptas tú al plan, y no el plan a ti.

Entonces, ¿cómo elegir bien?

Cuando busques un proceso de entrenamiento individualizado, haz preguntas incómodas. Estas, por ejemplo:

  • ¿Qué tipo de evaluación hacen antes de diseñar la rutina?
  • ¿Cómo se miden mis progresos?
  • ¿Cada cuánto se ajusta el entrenamiento?
  • ¿Cómo se adapta si tengo una lesión o limitación?
  • ¿Hay contacto directo con el entrenador?

Un buen profesional no solo te guía, sino que te escucha, se adapta y te hace avanzar sin romperte por el camino

El proceso de entrenamiento que te acerca hacia tu mejor versión debería sentirse como una conversación continua entre tu cuerpo y quien te acompaña en el proceso.

Si quieres que te acompañemos en este maravilloso proceso, no dudes en contactar con nosotros.