EL ARTE DE VOLVER TRAS LESIÓN: TÚ PROCESO
“¡Me he roto!…Justo ahora, que estaba en un gran momento de forma, me he roto…” Esta es una de las expresiones que me dejan más frío y, desafortunadamente, la escucho más de lo que me gustaría. En este mismo momento comienza el proceso de readaptación de lesiones individualizado
Un camino sinuoso, compartido con otros compañeros, con el único objetivo de que nuestro deportista vuelva de la forma más rápida y segura posible a disfrutar de su deporte.
Y es que la readaptación es mucho más que simplemente regresar al ejercicio después de una lesión. Es un proceso personal que requiere atención y una estrategia cuidadosa. Cada persona que llega, trae consigo una historia, y mi trabajo es ayudarlos a caminar ese viaje.
Al avanzar en el conocimiento de su historia, nos dimos cuenta de que la lesión sólo era una pequeña parte de todo lo que teníamos por abordar. Analizamos detenidamente su lesión, su estado de forma específico previo; y, sobre todo, sus necesidades especiales y únicas detectadas de los diferentes test que llevamos a cabo. Ya teníamos todo lo necesario para comenzar a recorrer juntos este camino, ahora me tocaba a mí, el objetivo era claro: Diseñar SU proceso, único, individualizado y que le hiciera volver a competir de forma rápida y segura.
Comenzamos con los entrenamientos, conforme recorremos el camino entendemos, si todavía nos quedaba alguna duda, como cada ejercicio no afecta sólo a su cuerpo, sino también a su estado emocional y su motivación. Ambos éramos conscientes de que si algo no funcionaba como esperábamos, no era una derrota; era una oportunidad para ajustar y encontrar alternativas que se adapten mejor al momento que estemos viviendo en ese momento.
Cuando me preguntan mis compañeros sobre qué tal va el proceso, siempre acabamos confirmando la necesidad de crear un equipo con la formación y experiencia suficiente como para diseñar un proceso que tengan en cuenta todos los factores que puede asegurar el éxito y, sobre todo, adaptarse a los diferentes momentos complicados que pueden aparecer durante la readaptación.
Acercándonos al final del proceso, surge una conversación que refuerza una idea que redunda en mi cabeza y la de todo el equipo que hemos aportado nuestro granito de arena durante este proceso de readaptación. “He sentido que en cada momento de la readaptación hemos hecho lo que necesitaba. A pesar de que no siempre tuve buenas sensaciones, he sentido que el proceso se adapta a mí y que la elección de todos los materiales y ejercicios que hemos utilizado han estado supeditados a lo que necesitaba en cada momento. Ahora me siento más fuerte y preparado que antes de la lesión. Tengo muchas ganas de volver a competir y se que estoy listo.”
Esta conversación hace que me sienta orgulloso de todo el proceso, no sólo por el resultado sobre su lesión, sino también lo que hemos conseguido en su visión sobre lo que es una readaptación, y entrenar para estar más preparado. Creo que todo esto le va a hacer mejor.
Si te podemos ayudar en tu proceso de readaptación de una lesión, no dudes en contactar con nosotros.